Ante
la ausencia de estado de derecho en México, al menos usemos el castigo
social a los delincuentes. En México no existe la democracia; lo he escrito, lo he dicho y lo sostengo. Los órganos electorales están corrompidos; son manejados al antojo del gobierno. En tanto eso siga
así, no ganará ningún candidato que los electores quieran; seguirán
“ganando” quienes escoja el gobernante. Por ello, insisto en que hay una
lucha previa a la partidista: la lucha por la democratización.
Los responsables de la perversión de las elecciones son, en primera
instancia, el presidente de la república y los gobernadores, así como
los consejeros electorales y los magistrados electorales federales y
locales.
En el caso de Chiapas, los consejeros del Instituto de
Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) han sido los autores de
quizás el más insultante fraude electoral de la historia de Chiapas
–dada la sociedad más despierta que hoy tenemos.
Aunque aún hay
instancias para impugnar el proceso y la jornada electorales, esas
instancias son igualmente dudosas y muy probablemente ratifiquen el
fallo del IEPC.
Me pregunto, ¿cómo tienen cara estos consejeros
electorales? Son tan desvergonzados que ya están contestando
agresivamente a quienes les cuestionan. Esto es, encima de que son unos
delincuentes, tienen el cinismo de querer hacernos creer que son
personas dignas. No señor, esta gentuza no merece más nuestro respeto.
Por respetar delincuentes como estos hoy hemos llegado a donde estamos.
Esto incluye al gobernador del estado de Chiapas, al séquito de
delincuentes de su gabinete y a los consejeros electorales.
Ellos merecen nuestro total desprecio, rechazo y el aislamiento de la
sociedad [1]; ellos no pueden haber delinquido, gozar de impunidad y encima
de todo tener nuestro respeto. Que no tengan descanso, que no disfruten
de las monedas malditas por las que entregaron a su pueblo, que en donde
nos los encontremos reciban nuestras muestras de repudio.
Estos son los nombres de los consejeros del IEPC:
- María de Lourdes Morales Urbina
- Jesús Moscoso Loranca
- Lilly de María Chang Muñoa
- Jorge Manuel Morales Sánchez
- Carlos Enrique Domínguez Cordero
- Ivonne Miroslava Abarca Velázquez
- Margarita Esther López Morales
- María del Carmen Girón López
[1] El castigo social
puede consistir en: 1) si eres familiar o amigo de un delincuente como
estos, retírale tu amistad y dile directamente por qué razón lo haces;
2) Si los llegas a conocer, desprecia su amistad y rechaza cualquier interacción
con ellos (sin insultos ni malas palabras y menos con agresión alguna);
3) Si los ves en sitios públicos, hazles saber tu desaprobación a sus actos (igualmente, sin insultos ni malas palabras y nunca con
agresión); 4) Si tienes que interactuar con ellos, que noten tu repudio y
de preferencia que sepan las razones.
De acuerdo
ResponderEliminarsaludos........