13 de octubre de 2015

Las finanzas del crimen organizado: el gran ausente del informe y su glosa


La obligación del gobernante de rendir cuentas a su pueblo es casi tan antigua como la historia misma de la civilización. La antigua Grecia ya disponía de sofisticados instrumentos para tal fin (como la epicheirotonía, la logistai y la euthyna, entre otros). Contrario a la creencia común de que la rendición de cuentas es exclusiva de las democracias, incluso monarcas egipcios, romanos y aztecas informaban verazmente del estado del imperio al menos a sus respectivas aristocracias. En el caso de los aztecas, el recaudador de impuestos, el calpixque (equiparable al actual puesto de Secretario de Hacienda), pagaba con su vida el incumplimiento de su mandato. Las monarquías parlamentarias europeas, desde Cromwell hasta nuestros días, han rendido cuentas a sus pueblos por medio de informes a sus respectivos parlamentos. En los Estados Unidos de América (EUA) esto se ha hecho desde 1790 por medio del informe sobre el Estado de la Unión que pronuncia anualmente el presidente ante el Congreso de ese país. En el caso de México, inspirado en el de los EUA, el informe presidencial se contempla desde la Constitución de 1824 (ratificado en las posteriores constituciones).
Estas diversas formas de informe tienen la misma esencia: la demostración del gobierno a su población (a ricos y pobres) de que está haciendo buen uso del poder público que le ha sido confiado. Así, el informe de un mandatario debe ser completo, veraz y comprobable. Ello condiciona su sostenimiento en el ejercicio del poder público.
Sin embargo, el último informe presidencial en México no cumplió ni con el requisito de ser completo, y al incumplirse, la veracidad del todo queda cuestionada.
¿A qué me refiero con que no fue completo? A que además del ocultamiento de la verdad sobre el origen de los ingresos para la adquisición de sus respectivas casas, tanto en el informe de Enrique Peña Nieto como en la comparecencia del Secretario de Hacienda Luis Videgaray ante el Congreso, se nos ha ocultado información económica crucial. Cito sólo algunos vacíos de información:
  1. El pobre desempeño económico del país demuestra que han hecho las cosas mal, que nos informen entonces ¿en qué se han equivocado en concreto? ¿quiénes son los responsables y qué piensan hacer al respecto?
  2. Dado que el crimen organizado no sólo está destruyendo a nuestra sociedad sino también a nuestra economía, que nos informen ¿qué análisis financiero están haciendo de los movimientos de dinero de los grupos criminales? ¿qué resultados han obtenido?
  3. Si el crimen organizado hace triangulación internacional de dinero, que nos informen ¿qué información han obtenido de la cooperación internacional en la materia y qué han hecho con esa información? Yo quisiera ver los informes de auditorías, investigaciones y los juicios correspondientes.
  4. Dado que, en cualquier país, el crimen organizado coordina operaciones con sus socios dentro de las estructuras gubernamentales y políticas, que nos informen ¿qué cuentas bancarias de políticos y funcionarios de gobierno han sido intervenidas, qué han hallado y cuáles han sido las consecuencias? ¿han construido alguna matriz de consistencia entre ingresos y gastos de funcionarios, políticos y sus respectivas familias?
  5. Dado que el crimen organizado se monta sobre empresas reales y ficticias para realizar el lavado de dinero, que nos informen el nombre de los empresarios y banqueros que fungen como prestanombres y que hacen el lavado de dinero ¿tienen alguna matriz de consistencia entre los activos de las empresas y sus actividades empresariales? ¿qué cuentas bancarias de empresarios han sido intervenidas? ¿cuáles han sido los resultados y sus consecuencias? ¿qué bancos han triangulado dinero del narcotráfico y demás crimen organizado? (si se revisan las cifras recientes del consumo en México se descubre una creciente participación de consumo autónomo no explicado dentro del total: ese es el que procede del crimen y es fácilmente rastreable).
Mi presentimiento –fundado en mi conocimiento personal del gobierno mexicano- me dice que esas preguntas no obtendrán respuesta–y si se obtiene, esa respuesta no será honesta-, pues no han hecho nada al respecto. Tampoco creo que esté en sus planes comenzar a hacerlo. ¿Qué sigue?

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