Por: Sergio O. Saldaña Zorrilla
(Reproducido de mi columna en la Revista Forbes México del 12 de agosto de 2014)
- Hoy PEMEX
tiende al declive productivo por su baja productividad y escasa reinversión de
utilidades, lo cual, desde hace años, nos ha hecho desaprovechar la oportunidad
de usar el petróleo como palanca del desarrollo económico en nuestro país.
- Sin
embargo, estaremos peor con esta Reforma Energética. Es claro que debemos
transformar a PEMEX pero no como lo propone el Presidente Peña a través de las leyes
secundarias que hoy, 11 de agosto de 2014, se promulgan.
- El gran
error económico de esta Reforma del Ejecutivo Federal consiste en el hecho de que transfiere riqueza al
extranjero y desmantela la economía nacional, pues ello aumentará la pobreza y caerá
el empleo en nuestro país.
A
continuación enumero las diez principales consecuencias económicas de esta
reforma y sus leyes secundarias:
1. Rápido agotamiento de reservas petroleras. Si bien es cierto que la agresiva estrategia de extracción de hidrocarburos que esta reforma se propone sí aumentará la producción petrolera, también es cierto que agotará más rápido nuestras reservas de petróleo. Si los cerca de 14 mil millones de barriles de nuestras reservas probadas[1] nos iban a durar diez años más a la actual tasa de extracción y reposición, con esta reforma nos durarán mucho menos. Lo anterior, combinado con nuestro actual subdesarrollo tecnológico en energías renovables, nos hará perder rápidamente nuestra soberanía energética.
2. Se pierde la oportunidad de empujar la
productividad de nuestra economía. Siendo estratégicos, ese petróleo
debería servirnos para nuestro desarrollo; para aumentar la competitividad de
nuestra industria nacional por medio del abastecimiento barato de insumos
derivados de hidrocarburos al resto de la industria mexicana.
3. Aumenta la carga fiscal a PEMEX. El
aumento de la carga fiscal se puede observar en lo dispuesto: i) en la Ley del
Fondo Mexicano del Petróleo; ii) en la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, y;
iii) en las modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad
Hacendaria de este paquete de leyes secundarias. Ahora se exige que PEMEX
contribuya al menos con el 4.7% del Producto Interno Bruto a fin de que
continúe sosteniendo cerca de la tercera parte del presupuesto federal. Entonces,
¿dónde está la presunta descarga fiscal a PEMEX de la que tanto se ha alardeado
en el discurso oficial?
4. No se generarán empresas nacionales significativamente. La mayor parte de
empresas en el sector energético serán extranjeras. Igualmente, al no existir
actualmente un sector bancario nacional con la capacidad financiera requerida
para respaldar las inversiones previstas, habrá una influencia creciente de
instituciones financieras extranjeras en el sector. Hoy tenemos serios
problemas de integración de nuestra industria; las propias Secretarías de
Hacienda y Crédito Público así como de Economía han sido hasta ahora incapaces
de articular una estrategia económica de largo alcance a la altura de las
necesidades del país; el país sigue sin rumbo económico, sin una definición
clara y ordenada de metas; carecemos de una agenda de desarrollo… ¿Y aún así
este gobierno federal se aventura a dejar en manos de empresas multinacionales
nuestras reservas petroleras? ¿Le parece poco el bajo dinamismo actual de la
economía mexicana como para debilitarla aún más con la sistemática fuga de
activos del país que generará esta reforma energética?
5. No aumentarán significativamente el nivel actividad
económica y de generación de empleos. La renta petrolera representa el 6.8
%PIB[2], por lo que aún aumentando la producción como lo proyecta el
Gobierno Federal, esto no incidirá significativamente en la tasa de crecimiento
del PIB.
6. Aumentará la concentración del ingreso y
habrá transferencia de riqueza al extranjero. La Ley de Hidrocarburos prevé
requisitos para la asignación de contratos que difícilmente cumplirían empresas
nacionales (incluyendo al propio PEMEX).
Muy pocas
empresas mexicanas realizarían actividades en el sector con los perfiles
requeridos. Unas pocas empresas –en su mayoría extranjeras-, generarían
utilidades, pero las transferirán a sus matrices en el extranjero.
Si los diputados y senadores que
aprobaron esta legislación desconocen la Historia de México y no sabían que las
condiciones de marginación y dependencia, como las que aquí estoy advirtiendo, son
justamente las que llevaron al estallido de la Revolución Mexicana de 1910, ¿Acaso
entonces también desconocen los errores de otros países?
Los desastrosos resultados micro y macroeconómicos
en otros países debería ser suficiente razón para dar marcha atrás con esta
reforma energética. Las consecuencias en todos los países donde se han
implementado reformas como esta son: aumento de la pobreza, pérdida de control
gubernamental, desmantelamiento de la industria nacional, fuga de capitales,
destrucción del patrimonio nacional (incluyendo el medio ambiente),
intervención extranjera, entre otras consecuencias. Véanse los casos de:
Nigeria, Kazajstán, Ceylán, Egipto, Irán, Libia, India, Paquistán, Chad,
Camerún, entre otros.[3]
7. El gasto público continuará destinándose
mayoritariamente a gasto corriente. Aún cuando partes de esta legislación
prevén destinar ingresos petroleros a fondos de inversión, estos fondos ocupan
un bajo porcentaje de estos ingresos comparado con el porcentaje destinado a
gasto corriente. Por lo anterior, el impacto de las inversiones seguirá siendo
bajo.
8. No se generará ahorro de largo plazo
por ingresos petroleros y muy probable aumentará
la deuda pública. Ello va en detrimento de nuestros hijos. Véanse las
condiciones -prácticamente imposibles de alcanzar- en las que podría generarse
ahorro de largo plazo de los ingresos petroleros previstas en la Ley del Fondo
Mexicano del Petróleo así como las modificaciones a la Ley Federal de
Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Por su parte, la Ley General de Deuda
Pública da autonomía de endeudamiento a PEMEX, a lo cual recurrirá
constantemente pues no dispondrá de sus utilidades.
9. No contribuirá a reducir la pobreza y una
vez agotado el petróleo los niveles de pobreza pueden dispararse. Esta
reforma podrá contener por algún tiempo el aumento en los niveles actuales de
pobreza en tanto el gobierno pueda continuar recargándose fiscalmente en PEMEX.
Sin embargo, a medida que la producción de PEMEX decline y las multinacionales
hagan efectivas las benévolas condiciones de sus contratos, el gobierno federal
no dispondrá de más ingresos petroleros. Esa brecha presupuestal impedirá
disponer de recursos para evitar que se disparen aún más los niveles de pobreza
en el país.
10. Se desaprovecharán recursos para atacar los determinantes estructurales de la pobreza en México. Esta reforma, al igual que el resto de la política económica y social de este país, carece de mecanismos que ataquen los determinantes estructurales de la pobreza. La legislación secundaria no tiene una conexión con inversiones en la reducción estructural de la pobreza. A lo anterior se suma el debilitamiento de la industria nacional (proveedora de empleos), la incertidumbre de los precios de los energéticos para los sectores social y productivo, debido a que la fijación de precios quedará fuera del alcance regulatorio gubernamental, y de condiciones laborales precarias e inciertas para los trabajadores. La insostenibilidad financiera de los programas sociales será entonces el callejón sin salida al que nos habrá metido esta reforma. Este círculo vicioso se ilustra en la siguiente imagen.
10. Se desaprovecharán recursos para atacar los determinantes estructurales de la pobreza en México. Esta reforma, al igual que el resto de la política económica y social de este país, carece de mecanismos que ataquen los determinantes estructurales de la pobreza. La legislación secundaria no tiene una conexión con inversiones en la reducción estructural de la pobreza. A lo anterior se suma el debilitamiento de la industria nacional (proveedora de empleos), la incertidumbre de los precios de los energéticos para los sectores social y productivo, debido a que la fijación de precios quedará fuera del alcance regulatorio gubernamental, y de condiciones laborales precarias e inciertas para los trabajadores. La insostenibilidad financiera de los programas sociales será entonces el callejón sin salida al que nos habrá metido esta reforma. Este círculo vicioso se ilustra en la siguiente imagen.
Estas
consecuencias interactuarán en conjunto formando un círculo vicioso de baja
producción de PEMEX, transferencia de riqueza al exterior, baja inversión
pública, insuficiente creación de empleos y debilitamiento del mercado interno,
con lo que la presión sobre PEMEX vuelve a aumentar, sosteniéndose una alta
carga fiscal a PEMEX que le impedirá, nuevamente, aumentar su producción. Este
círculo vicioso se ilustra en la siguiente imagen.
Sí necesitábamos reformar al sector
energético en nuestro país pero no así. Independientemente de ideologías,
cualquier economista con dos dedos de frente –y un mínimo de ética- puede advertir
que este es un pésimo negocio para el país.
[1] Las Reservas probadas en 2013 (último dato) equivalen a 13,868.3 millones de barriles. Anuario Estadístico de PEMEX 2013. Página 12.
[2] Promedio
del período 2009-2013. Con datos del Banco Mundial, 2014.
[3] Bibliografía mínima de
consecuencias económicas de las privatizaciones petroleras:
• Uwem E. Ite (2004). Multinationals and corporate social responsibility
in developing countries: a case study of Nigeria. En: Corporate Social
Responsibility and Environmental Management. Volume 11, Issue 1, pp. 1–11.
Marzo de 2004. Ed. John Wiley & Sons, Ltd. and ERP Environment.
• Gabriel Eweje, (2007) "Multinational oil companies' CSR initiatives
in Nigeria: The scepticism of stakeholders in host communities",
Managerial Law, Vol. 49 Iss: 5/6, pp.218 – 235.
• Campaner, Nadia y Yenikeyef,
Shamil (2008). The Kashagan Field: a test case for
Kazakhstan’s Governance of its Oil and Gas Sector. Gouvernance européenne et
géopolitique de l’énergie. París. 51 pp. ISBN 978-2-8659-2384-7.
• Mammadov, Mustafa (2005). Multinational Corporations and Economic Development - A Descriptive Survey of
International Petroleum Companies in Developing Countries. School of Business,
Economics and Law. Göteborg University.
• Mujih, Edwin (2012). Regulating Multinationals in Developing Countries:
A Conceptual and Legal Framework for Corporate Social Responsibility. 206 pp. London Metropolitan
University, Gran Bretaña.
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